No ganamos para disgustos. Ha muerto Qin Qin, el único panda blanco y marrón del mundo. La noticia es especialmente triste porque nos ha recordado al pobre Chu-lin, cuya muerte fue ocultada oficialmente bajo la excusa de una prostatitis. Su muerte fue culpa en realidad de Enrique y Ana, que crearon esa canción-tortura (que aún hoy se utiliza en Guantánamo) cuando el pandita se encontraba en el útero de su madre. Después de escucharla año tras año, Chu-Lin no pudo aguantar más y optó por suicidarse clavándose una rama de bambú en el corazón, algo que más tarde emularía Elliott Smith. Antes de morir al oso le hicieron unas pajuelas para guardar su requesón y hacer unas cuajadas y de paso tratar de fecundar a una osita panda. Antes de morir, Chu-Lin dejó un mensaje que se repite cada Nochebuena en la Televisión Panda.

Suscríbete a nuestra lista de correo

Suscríbete a la nueva lista de correo para estar al día de nuestras actividades

¡Recibido! Revisa tu bandeja de entrada.