CAFÉ TEATRO ZORRILLA
Plaza Mayor, 9
Valladolid
MIÉRCOLES, 17 de OCTUBRE
Ciclo Jazz desde Valladolid
MIGUEL ÁNGEL RECIO TRIO
Artista invitada: LARA AUSENSI
SALA EXPERIMENTAL
21 hrs. Entrada: 10€ (incluye consumición de MAHOU 5 estrellas tras el concierto)
Venta de entradas: Café Teatro Zorrilla
Pianista versátil donde los haya, Miguel Ángel Recio ha estado vinculado a varios de los proyectos más interesantes puestos en marcha en Valladolid en los últimos años, desde Concertango hasta la fusión flamenca con Raul Olivar, y por supuesto el jazz con este trío sólidamente asentado con el contrabajista Mirek Steparek y el batería Paco Tejero. A esto habría que unir su formación de intérprete clásico y la más reciente de sus querencias, la de pianista de películas de cine mudo, propuesta que le ha valido recientemente el premio del público en la última edición de Los Conciertos de La Estufa. El repertorio del trío recoge un poco muchas de estas influencias, desde los standards del jazz de toda la vida a los toques latinos o cinematográficos. Para este concierto cuenta además con la presencia invitada de Lara Ausensi, joven y excelente cantante que los aficionados conocen por su militancia en otra de las bandas que han pasado por este ciclo, Barmanouche.
FLAMENCO EN LA SALA BORJA CON CAPULLO DE JEREZ
JUEVES, 18 DE OCTUBRE / SALA BORJA
El Café Teatro Zorrilla presenta en la SALA BORJA (Calle Ruiz Hernández) la actuación del cantaor CAPULLO DE JEREZ.
El concierto comenzará a las 21 hrs.
Las entradas, al precio de 18 €, pueden adquirirse anticipadamente en el Café del Teatro Zorrilla o, una hora antes del concierto, en la de la Sala Borja.
El canator estará acompañado a la guitarra por NIÑO JERO + José Rubichi, Juan y José Flores (percusión y compás) El eco de Miguel Flores, «El Capullo de Jerez», encierra los secretos del flamenco más rancio. Es un artista a la vieja usanza, formado desde niño en la escuela de la vida y cantaor las veinticuatro horas del día. Un intérprete absolutamente personal, a quien se puede identificar, sin la más mínima duda, casi antes de que empiece a templarse. Posee el genuino soniquete de su tierra, pero aborda los cantes de una forma que le diferencia con claridad de todos sus paisanos. Como los grandes creadores, ha acuñado un sello propio. En el panorama flamenco de comienzos del siglo XXI, cada vez más monocorde, El Capullo resulta un personaje felizmente incatalogable.
Nació el 3 de abril de 1954, en la calle de Cantarería, en pleno corazón del barrio de Santiago, dentro de un patio de vecinos donde no pasaba una sola noche sin que se improvisara una fiesta colectiva. Allí se fraguaron sus primeros recuerdos musicales al lado de grandes como Terremoto, Tio Borrico o la Paquera.
Pocos flamencos están tan pasados de compás como El Capullo y tienen esa capacidad natural de cuadrar siempre a la perfección los tercios. Y a la hora de bailar, tampoco hay que perderlo de vista. «Nuestro cante es distinto al de cualquier otro sitio», afirma. «Y con el baile pasa igual, aquí no sólo zapateamos, movemos las manos, el cuerpo…»
Después de casi tres décadas de rodaje profesional, adquiriendo poso en cientos de fiestas y reuniones, se encuentra en el mejor momento de su carrera.