Habría que intentar averiguar cuál es el secreto que se esconde tras The Clientele. Porque su pop precioso, invernal y enigmático se apoya en una sencillez deslumbrante que, sin embargo, esconde destellos de melodía realmente envidiables. Si a esto se le agrega la emotiva reverberación vocal de Alasdair MacLean y esa presencia extraña de silencio sugerido en las composiciones, damos con un grupo realmente especial. Con cinco discos en su haber, y una encomiable colección de canciones, The Clientele vienen, desde 1991, ilustrando de belleza el pop británico. Mark Keen, James Hornsey y Mel Draisey, completan una formación que nadie puede dejar de ver.
El cuarteto –verdaderas estrellas indie en los USA, donde graban para Merge, sello de por ejemplo Arcade Fire- ha crecido enormemente en estos años, especialmente por un último disco, «God save the clientele» que ofrece su parte más luminosa, gracias a la producción de Mark Nevers (Lambchop, Bonnie «Prince» Billy, Calexico).