BREZMES + SR. PEÑI en concierto

Un día en Valladolid alguien le dijo a Cifu Alonso Brezmes que componía canciones demasiado tristes. Hasta ese momento, autodidacta y compositor compulsivo desde la adolescencia, rasgaba acordes con su acústica y no estaba demasiado alejado de la idea de un cantautor jovencísimo. De un fin de semana observando el entorno –o mejor, viendo La Sexta Noche– podían brotar dos, tres nuevas canciones . El resultado, unas piezas descarnadas y, a menudo, con un punto amargo.

De la noche a la mañana, casi sin quererlo, sus canciones ganan en matices sin cambiar de diana. Más directas y afiladas, pero también abiertas a nuevas influencias: el romancero castellano, Gloria Fuertes, el pop de guitarras de los noventa, el licor café, Susana Díaz…

De la noche a la mañana, también, pasó de la soledad del aprendiz de cantautor a formar una banda. Nace así Brezmes hace poco más de un año, proyecto comandado por el propio Cifu Alonso –voz y guitarras– junto con Dani Ramírez –guitarras–, Óscar Molina –bajo– y Jaime Pinacho –batería–.

Y de un día para otro, bajo los mandos de Pablo Giral, la supervisión y la colaboración de Kiko Sumillera –y también, de los teclados de David Hernández de Cosmic Birds–, Brezmes se encierran en La Leñera para poner en orden todas estas nuevas composiciones, derroteros y preocupaciones.

Así surge Jara y sedal, la primera referencia de Brezmes. En este primer EP caben tanto una declaración de intenciones que dialoga con el Cifu adolescente –la propia Secretos–, una jota reformulada para la Castilla actual –Santa Espina–, un desbarre psicodélico saturado de dobles sentidos –Jara y sedal– y un trallazo de pop irónico nacido de esa crítica primitiva –Yo no soy tan triste–.