*Supongamos que es usted alcalde y que acaba de perder las elecciones. Está con el culo al aire y lo de ser fluffer no le llena demasiado. ¿Qué hacer? Desde Laika le recomendamos la merienda friki, un divertido festín que hará que esas merendolas de cumpleaños repletas de sandwich de nocilla, gusanitos y piñata de su infancia queden en el más absoluto de los rídiculos.
¿Cómo se organiza una merienda friki? Es bien sencillo. Primero debe preparar una fondue de queso, de las que hay mil y una recetas. Elija la que más le guste, pero nosotros le recomendamos que opte por aquellos quesos especialmente grasos, para facilitar el efecto de la merienda.
El segundo elemento es fundamental, pero difícil de conseguir. Se trata de los IMAOs, inhibidores de la monoamio oxidasa (MAO), una enzima distribuida por todo el cuerpo en el interior de las células, cuya función es inactivar aminas. Los IMAOs se recetan para tratar depresiones, aunque su prescripción es bastante escasa ya que provoca una acción con la tiramina, una sustancia presente en cantidad de alimentos, especialmente los grasos.
Al unir ambos elementos, usted tendrá una merienda friki perfecta, de la que disfrutará poco porque en breve espacio de tiempo se quedará frito y se irá al cielo con el amigho Félix, David el Gnomo y Torrebruno, sin necesidad de clavarse un puñal como Elliott Smith, colgarse del techo de la cocina como Ian Curtis, ni reventarse los sesos cual Kurt Cobain de pacotilla, que deja todo hecho un asco.
*Este texto es una coña, amigho. No trate de llevarlo a cabo, que es peligroso, a no ser que su propio hijo le atraque.
(También hay otras formas más tradicionales de suicidio. Pinche en la imagen)